En la aulas de clases se puede apreciar cierta confusión terminológica en cuanto a aquello que se pretende que adquieran los estudiantes, por lo que conviene establecer las diferencias entre las diversas categorías que se utilizan, a saber: técnicas de estudio, estrategias de aprendizaje, habilidades cognitivas, procedimientos de aprendizaje. En numerosos textos se utilizan indistintamente, a pesar de que responden a realidades y, sobre todo, a ideas muy distintas sobre los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
A menudo se confunden capacidades con habilidades y con estrategias. Se habla de capacidades cuando nos referimos a un conjunto de disposiciones de tipo genético que, una vez desarrolladas a través de la experiencia que produce el contacto con un entorno culturalmente organizado, darán lugar a habilidades individuales. Por ejemplo, a partir de las capacidades de ver y oír con las que nace el sujeto, será posible que se convierta en un observador hábil, dependiendo de las oportunidades que reciba para lograr esta habilidad. Schmeck (1988) señala que las habilidades son capacidades que pueden expresarse en conductas en cualquier momento, porque han sido desarrolladas a través de la práctica y que, además, pueden utilizarse o aplicarse de manera consciente o inconsciente.
Las estrategias de aprendizaje pueden definirse como procesos de toma de decisiones conscientes e intencionales, en los cuales el estudiante elige y rescata, de manera organizada, los conocimientos que necesita para cumplir una determinada tarea u objetivo, dependiendo de las características de la situación educativa en la que se presenta la acción. Es necesario distinguir, además, las estrategias de las técnicas. Las técnicas pueden ser utilizadas de manera más o menos mecánica, y su utilización no requiere la existencia de un propósito de aprendizaje por parte de quien las utiliza.
Las estrategias son siempre conscientes, reflexionadas, y se dirigen a un objetivo relacionado con el aprendizaje. Esto significa que las técnicas, de alguna manera, están subordinadas a las estrategias, Es decir, la estrategia se considera como una guía de las acciones a realizar y obviamente, es anterior a la elección de cualquier otro procedimiento de actuación. La estrategia de aprendizaje puede entenderse como un conjunto de procesos que sirven de base a la realización de tareas intelectuales. También se define como un método para emprender una tarea o más generalmente para lograr un objetivo.
Cada estrategia utilizará diversos procesos en el transcurso de su operación Derry define las estrategias de aprendizaje como “un conjunto de procedimientos y procesos mentales empleados por el individuo en una situación particular de aprendizaje para facilitar la adquisición de conocimientos”. En consecuencia, la posibilidad de llevar a cabo una tarea de aprendizaje presume la existencia de una capacidad de potencial necesaria y el dominio de algunos procedimientos y técnicas que permitan al estudiante tener éxito regularmente en la realización de dicha tarea. Generalmente, los procedimientos pueden definirse como maneras de actuar para conseguir un fin.
En el ámbito de la formación universitaria, es posible distinguir una variedad de modalidades de actuación o de operación sobre datos o fenómenos que se repiten en distintas áreas curriculares y otras que están directamente vinculadas a una disciplina o área específica.
Clasificaciones
Existen diferentes maneras de clasificar las estrategias de aprendizaje.
Dansereau divide las estrategias de aprendizaje en :
- Primarias: son las que operan directamente sobre el material de aprendizaje y abarcan la comprensión-retención, recuperación y utilización de la información.
- De apoyo: tratan de mantener un clima cognitivo adecuado y se relacionan con el establecimiento de metas personales de aprendizaje.
Derry y Murphy clasifican las estrategias en :
- Estrategias de memoria para listas y vocabulario extranjero.
- Estrategias de lectura-estudio, para textos escolares específicos
- Estrategias de resolución de problemas aplicables a las matemáticas.
- Estrategias de apoyo afectivo en todos los dominios, mediante el control de la ansiedad, el estrés y la impulsividad.
Beltrán propone un conjunto de estrategias cognitivas que pueden ser de utilidad en situaciones de aprendizaje institucionales. Entre ellas, señala:
- Estrategias para la búsqueda de información: localizar la información en fuentes diversas, hacer preguntas, analizar el material.
- Estrategias de asimilación de la información y retención: escuchar para facilitar la comprensión, estudiar para comprender, recordar, codificar y formar representaciones, lectura comprensiva, registro y control de la comprensión.
- Estrategas organizativas: priorizar, programar, disponer de recursos.
- Estrategias inventivas y creativas: razonar inductivamente, generar ideas, hipótesis y predicciones., usar analogías, aprovechar situaciones extrañas o interesantes.
- Estrategias analíticas: desarrolla una actitud crítica, razonar deductivamente, evaluar ideas e hipótesis.
- Estrategias para la toma de decisiones: identificar alternativas, hacer elecciones racionales.
- Estrategias sociales: evitar conflictos interpersonales, cooperar y obtener cooperación, motivar a otros. La utilización de estrategias requiere de un sistema que controle continuamente el desarrollo de los acontecimientos y decida, cuando sea preciso, qué conocimientos hay que recuperar y cómo se deben coordinar para resolver cada nueva coyuntura.
Este sistema puede caracterizarse por los siguientes aspectos:
- Se basa en la reflexión consciente que realiza el estudiante, al explicarse el significado de los problemas que van apareciendo y al tomar decisiones sobre su posible resolución.
- El estudiante que emplea una estrategia es, en todo momento, consciente de sus propósitos y cuando se desvía de ellos, es capaz de orientar o regular su acción.
- Supone la supervisión permanente del proceso de aprendizaje, lo que supone la regulación en distintos momentos del proceso.
- Se inicia con una etapa de planificación, en la que el estudiante formula qué se va a hacer en una determinada situación de aprendizaje.
- El esfuerzo de planificación debe corresponder con la complejidad de la tarea y con el grado de familiaridad que tenga el estudiante con la actividad y el contexto en que ésta se desarrolla.
- La siguiente etapa es la de la realización, controlando el desarrollo de su acción y realizando los cambios pertinentes e intencionales cuando lo considere imprescindible, para garantizar el logro de los objetivos deseados.
En conclusión, una vez que el estudiante califica que los resultados satisfacen la demanda de la actividad, se realiza la evaluación de la propia conducta, a través de la cual el estudiante analiza su actuación, con el fin de reconocer las decisiones cognitivas tomadas, apropiadas o no, para corregirlas en ocasiones posteriores. La aplicación consciente de este sistema de regulación permite establecer cómo, cuándo y por qué es adecuada una estrategia, y relacionar situaciones de aprendizaje con formas de actuación intelectual, de manera que pueda transferirlas a otros escenarios que presentan características similares.
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