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Blog Educativo fundado por Docentes 2.0 ® el 7 de Junio de 2013

EL APRENDER A APRENDER.

En el proceso de aprender a aprender siempre se hace presente algunas dimensiones importantes que tienen que ver con la cognición y la metacognición. El término cognición es genérico y se refiere a procesos cognitivos específicos como atención, percepción, memoria, pensamiento, razonamiento, etc. Y el término metacognición hace referencia al conocimiento y control de los procesos cognitivos. En el entrenamiento cognitivo se pretende desarrollar en el estudiante con capacidades, procedimientos o estrategias que le permitan adquirir , elaborar y recuperar información o conocimiento y en el entrenamiento metacognitivo se pretende desarrollar en el estudiante con un conocimiento sistemático y deliberado de aquellas estrategias cognitivas necesarias para el aprendizaje eficaz, así como la regulación y control de tales estrategias. Por lo tanto, un sujeto consciente de sus propios procesos cognitivos es un sujeto más activo, responsable y eficaz frente a los aprendizajes, y en definitiva, más capaz de aprender a aprender.

En el largo periodo de estudios sobre el aprendizaje ha dominado el enfoque conductista que presentaba especial atención a las conductas manifiestas del sujeto que aprende. El aprendizaje se define como cambios relativamente estables en la conducta del sujeto como resultado de la experiencia, y el objetivo consiste en establecer asociaciones entre estímulos y respuestas mediante la práctica.

El enfoque cognitivo, apuesta en el énfasis en los procesos internos del sujeto que aprende, resaltando el papel activo y responsable del mismo en su propio proceso de aprendizaje. La perspectiva cognitiva estudia las operaciones, procesos o estrategias que realiza el sujeto cuando aprende, es decir, cuando adquiere, organiza, elabora y recupera conocimientos. Además se pone de relieve las diferencias que muestran los sujetos expertos en relación con sujetos noveles, a fin de poder diseñar procedimientos para mejorar los aprendizajes de estos últimos. Si se puede enseñar al estudiante que presenta deficiencias y dificultades en el aprendizaje, los procedimientos y/o estrategias para superarlas, porque NO sería injusto no hacerlo.

Se han propuesto diferentes denominaciones y clasificaciones de estrategias de aprendizaje (Nisbet y Shucksmith, Poggioli, Torre). Pero en esta oportunidad podremos diferenciar en el aprender a aprender de tres tipos diferentes de estrategias:

Estrategias cognitivas

Una estrategia es un plan de acción para lograr un objetivo. Las estrategias cognitivas constituyen métodos o procedimientos mentales para adquirir, elaborar, organizar y utilizar información que hacen posible enfrentarse a las exigencias del medio, resolver problemas y tomar decisiones adecuadas.

Existen diferentes denominaciones y clasificaciones de las estrategias cognitivas los cuales hablaremos de:

Estrategias cognitivas de elaboración.

La elaboración es un proceso más complejo y profundo que la simple recepción o repetición. La elaboración supone relacionar e integrar las informaciones nuevas con los conocimientos más significativos. Se trata de favorecer el uso de estrategias diversas que permitan codificar, asimilar y retener la nueva información para poder recuperarla y utilizarla posteriormente. Mediante las estrategias de elaboración el docente y el estudiante se implican más activamente en el aprendizaje. Estas estrategias incluyen la elaboración mediante imágenes (la utilización de imágenes o crear analogías que presentan el material o que se relacione con ello; pueden ser generadas entre el grupo de compañeros o facilitadas por el docente) y la elaboración verbal (parafrasear un texto, hacer inferencias explícitamente, formular y responder auto preguntas, resumir, pensar o hacer aplicaciones, establecer relaciones y extraer conclusiones).

Estrategias cognitivas de organización.

Son los procedimientos utilizados para transformar y reconstruir la información, dándole una estructura distinta a fin de comprenderla y recordarla mejor. Implica un sujeto más consciente, activo y responsable en sus aprendizajes. Incluyen estrategias de agrupamiento (ordenar o clasificar en categorías según características compartidas) y de esquematización (comprender un texto los procedimientos pueden consistir en identificar las ideas principales y secundarias, establecer relaciones entre conceptos, etc., para conseguir una comprensión más profunda y una retención más eficaz).

Estrategias cognitivas de recuperación.

Las estrategias de elaboración y organización que hemos comentado permiten un nivel más profundo en el procesamiento de la información, es decir, una comprensión más exhaustiva y una codificación y retención más eficaz. Pero una vez registrada la información en la memoria a largo plazo es necesario recuperarla y utilizarla ante las distintas exigencias del medio.

Los procesos de recuperación estarán en estrecha dependencia de los procesos habidos en la elaboración y organización de tal manera que si hacemos uso de imágenes, dibujos, analogías, categorías, esquemas, etc., facilitamos también los procesos de recuperación.

Estrategias motivacionales.

En el aprendizaje, además de los factores y estrategias cognitivas que hemos mencionado, están siempre presentes factores motivacionales, que resultan tan importantes como los cognitivos para lograr buenos resultados.

En algunas ocasiones el alumnado fracasa en las asignaciones académicas, no tanto por carecer de estrategias cognitivas, como por un déficit en estrategias motivacionales que les permitan desarrollar y mantener un estado motivacional y un ambiente de aprendizaje apropiado.

Existen factores a los cuales tiene que tener presente el docente: 
  1. La forma de presentar y estructurar la asignación; 
  2. La forma de organizar las actividades en el contexto de la clase; 
  3. Los mensajes que da antes, durante y después de la asignación y que afectan a la relevancia y valor de las metas y a la valoración del sujeto;
  4. El modelado de valores, así como de las formas de pensar y actuar al enfrentarse con las asignaciones. 
  5. La forma que va a adoptar en la evaluación de los estudiantes.
  6. Relacionar el contenido de la instrucción, usando lenguaje y ejemplos familiares al sujeto, con sus experiencias, con sus conocimientos previos y con sus valores.
  7. Mostrar la meta para la que puede ser relevante aprender lo que se presenta como contenido de la instrucción, a ser posible mediante diferentes ejemplos.
  8. Dar el máximo de opciones posibles de actuación, ofreciendo diferentes oportunidades de aprendizaje para conseguir buenos resultados en condiciones de riesgo moderado.
  9. Explicar e indicar los requerimientos para lograr buenos resultados a lo largo del proceso.
  10. Facilitar la autoevaluación del estudiante con respecto a las propias capacidades, limitaciones y logros alcanzados a lo largo del proceso de aprendizaje.

Estrategias metacognitivas.

El aprender a aprender consiste en brindar al sujeto herramientas que le ayuden a tomar conciencia de su proceso de aprendizaje y que sea la persona misma quien lo observe y controle. De ahí que muy frecuentemente se hable en psicología del aprendizaje de favorecer el conocimiento metacognitivo del sujeto. Cuando hablamos de estrategias de enseñar a pensar nos referimos a este conocimiento metacognitivo. 

La metacognición hace referencia a los procesos de pensamiento que la persona tiene acerca de su propio sistema cognitivo (contenidos, procesos, capacidades, limitaciones) y, por otra parte, a los efectos reguladores que tal conocimiento puede ejercer en su actividad.

De acuerdo con Flavell este conocimiento metacognitivo está formado por tres variables importantes: 
  1. Variables personales o conocimientos de las capacidades y limitaciones cognitivas propias.
  2. Variables de tarea o conocimiento de las características y dificultades específicas de una tarea determinada.
  3. Variables de estrategia o conocimiento de las ventajas o inconvenientes de los diferentes procedimientos en la realización de las tareas. 

Las actividades de regulación de control serán las siguientes: planificación, supervisión y evaluación.
  1. Planificación. Planificar las actividades cognitivas consiste en predecir las actividades cognitivas ante las demandas de la situación, asignando los recursos cognitivos disponibles como atención, concentración, organización de las actividades, etc.
  2. Supervisión. Son estrategias metacognitivas que tratan de comprobar si la actividad se está cumpliendo en el orden de lo planificado, constatando las dificultades que aparecen, las causas de las mismas, las estrategias que se utilizan y su efectividad.
  3. Evaluación. La evaluación proporciona al sistema cognitivo un juicio sobre la calidad de los procesos y resultados obtenidos. Esta incluye el conocimiento de las propias capacidades y recursos, las exigencias y objetivos de las asignaciones, los procesos de realización, y los resultados logrados, así como la introducción de las modificaciones y rectificaciones que se estimen necesarias.

Por lo tanto, la capacidad de ser consciente, reflexionar, supervisar y evaluar los procesos cognitivos conlleva extraordinarias posibilidades para la efectividad de los aprendizajes.

“Los expertos no sólo saben más, saben que saben más, saben mejor cómo emplear lo que saben, tienen mejor organizado y más fácilmente accesible lo que saben y saben mejor como comprender más todavía”.

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