La motivación en el plano pedagógico motivación, significa proporcionar o fomentar motivos, es decir, estimular la voluntad de aprender. La motivación permite descubrir a la medida en que los estudiantes invierten su atención y el esfuerzo en determinados contenidos, que pueden ser o no los que desean sus docentes; pero que en todo caso se relacionan con sus experiencias subjetivas, su disposición y razones para involucrarse en las actividades académicas.
Diversos autores y enfoques vinculados principalmente con las perspectivas cognitiva y humanista, el papel del docente en el ámbito de la motivación se centrará en inducir motivos en sus estudiantes en lo que respecta a sus aprendizajes y comportamientos para aplicarlos de manera voluntaria a los trabajos de clase, dando significado a las asignacions escolares y suministrando de un fin determinado, de manera tal que los estudiantes desarrollen un verdadero gusto por la actividad escolar y comprendan su utilidad personal y social. Esto es lo que se denomina motivación por el aprendizaje.
La dirección de la motivación en el aula presume que el docente y sus estudiantes perciban que existe interdependencia entre los siguientes factores:
- Las características y demandas de la asignación o actividad escolar.
- Las metas o propósitos que se establecen para tal actividad.
- El fin que se busca con su realización.
Por lo anterior, puede señalarse que son tres los propósitos perseguidos mediante el manejo de la motivación escolar:
- Despertar el interés en el estudiante y dirigir su atención.
- Estimular el deseo de aprender que conduce al esfuerzo y la constancia.
- Dirigir estos intereses y esfuerzos hacia el logro de fines apropiados y la realización de propósitos definidos.
El papel de la motivación en el logro del aprendizaje significativo, se depende de la necesidad de fomentar en el estudiante el interés y el esfuerzo necesarios, siendo labor del docente ofrecer la dirección y la guía pertinentes en cada situación.
Sería ideal que la atención, el esfuerzo y el pensamiento de los estudiantes existieran por el deseo de comprender, elaborar e integrar significativamente la información, es decir, que se orientara claramente por una motivación de tipo intrínseca; pero un docente experimentado sabe que esto no siempre, es así. Debido a que, la orientación de los estudiantes está determinada por su temor a reprobar o por la búsqueda de una aceptación personal, lo cual es una realidad no sólo porque el estudiante así lo haya elegido, sino porque lo ha aprendido en el contexto de las prácticas que se fomentan en la escuela.
De esta manera, lo axiomático es que la motivación para el aprendizaje es un fenómeno muy complejo, condicionado por aspectos como los siguientes:
- El tipo de metas que se propone el estudiante en relación con su aprendizaje o desempeño escolar, y su relación con las metas que los docentes y la cultura escolar fomentan.
- La posibilidad real que el estudiante tenga de conseguir las metas académicas que se propone y la perspectiva asumida al estudiar.
- Que el estudiante sepa cómo actuar o qué proceso de aprendizaje seguir, para afrontar con éxito las asignaciones y problemas que se le presenten.
- Las creencias y expectativas tanto de los estudiantes como de sus docentes acerca de sus capacidades y desempeño, así como el tipo de factores a los que atribuyen su éxito y fracaso escolar.
- El contexto que define la situación misma de enseñanza, en particular los mensajes que recibe el estudiante por parte del docente y sus compañeros, la organización de la actividad escolar y las formas de evaluación del aprendizaje.
- Los comportamientos y valores que el docente modela en los estudiantes, los cuales pueden facilitar o inhibir el interés de éstos por el aprendizaje.
- El ambiente o clima motivacional que priva en el aula y el empleo de una serie de principios motivacionales que el docente utiliza en el diseño y conducción del proceso de enseñanza-aprendizaje.
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