La hiperactividad es una dificultad en la falta de atención, excesiva actividad, impulsividad cognitiva o una combinación de estos. Para diagnosticar este problema en las aulas de clases es imprescindible que esté fuera del rango normal para la edad y el desarrollo del estudiante. La hiperactividad puede darse a causa de factores biológicos y genéticos.
Es fundamental que no se confunda una falta de sueño, un mal día, una dificultad en el aprendizaje con que el educando tenga hiperactividad, porque si un estudiante se mueva mucho, se distraiga con facilidad o nervioso no significa que tenga un trastorno, por esta razón si se tiene la mínima sospecha que un estudiante tenga hiperactividad hay que realizarle una evaluación detallada.
Para el diagnostico de este trastorno se debe tener en cuenta unos síntomas de los cuales deben darse como mínimo 6 de ellos, conjuntamente deben darse en el estudiante en al menos 6 meses y los síntomas deben ser tan graves que causen dificultades significativas en muchos escenarios:
1. No prestan atención, tienen errores por descuido y el trabajo escolar es sucio y desordenado.
2. Dificultades atencionales.
3. Parece no escuchar, tiene la mente como en otro sitio.
4. No finaliza sus tareas.
5. Evita situaciones que exijan demasiada concentración.
6. Pierde objetos a menudo.
7. Se distrae con facilidad.
8. Son olvidadizos.
En síntesis, existen tres tipos a diferenciar de hiperactividad. Dependiendo en el subtipo que se encuentre el estudiante, predominaran en él unas características u otras. Como los son:
1. Predomina la dificultad de autocontrol.
2. Predomina la dificultad de atención.
3. Presenta síntomas de inatención, impulsividad e hiperactividad.
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