Nuestro cuerpo tiene un papel muy importante en cada proceso intelectual, desde el seno materno hasta la edad adulta, es el quien provee al cerebro la valiosa información que éste necesita del medio ambiente que nos rodea. Los movimientos activan las redes neuronales a través del cuerpo haciendo que éste se ajuste como instrumento del aprendizaje; por ello podemos afirmar que el aprendizaje se da simultáneamente en la relación cuerpo-mente, es decir, integralmente.
No obstante, todo lo antes mencionado disminuye la creencia de que el cerebro es el único almacén del aprendizaje. Podemos decir, que a través del movimiento experimentamos nuestro gran potencial para aprender, pensar y crear; en nuestro cuerpo se encuentran todos los recursos esperando ser activados. El infinito potencial del sistema mente-cuerpo se libera a través del movimiento, pues la asombrosa flexibilidad neuronal sólo necesita el movimiento para activar ese potencial que puede transformar por completo nuestra vida, es la característica original de nuestro sistema nervioso, la que nos proporciona la habilidad para aprender.
A todo lo largo de la vida el sistema nervioso es dinámicamente cambiante, se organiza por sí mismo, no sigue un orden establecido, es enormemente flexible y adaptativo, nunca estático, siempre desarrollando nuevas redes neuronales como respuesta a las experiencias y vivencias. Esta plasticidad es un enorme potencial para el cambio y para el crecimiento.
En efecto, el aprendizaje es experiencia, una experiencia a través de nuestros sentidos, mediante los cuales entendemos el mundo que nos rodea. Hay autores que opinan que una cosa es pensar y otro sentir, algunas hablan sólo del cuerpo y otras de la mente; lo cierto, es que tanto el cuerpo como el pensamiento y la emoción están íntimamente ligados a través de impresionantes redes neuronales que funcionan en conjunto. Gracias al desarrollo emocional, el ser humano se socializa, impone sus normas y reglas, vive ciertos valores, se entrega a los demás, aprende, madura, en fin, culmina su proceso de convertirse en persona.
Quienes involucran emociones en el arte de vivir tendrán normalmente mayor éxito en los resultados que esperan alcanzar. Y al mismo tiempo, si aprendes a manejarlas, aquéllas serán un punto crucial para sus aprendizajes.
En síntesis, es tiempo de lograr que aprendamos mediante un compromiso emocional; algunas instituciones educativas esperan que los estudiantes permanezcan callados, serios, ocupados intelectualmente, sin contenido emocional. El docente se convierte en un policía para reprimir las expresiones de emoción. Aquellos estudiantes muy motivados para aprender han elegido adoptar un compromiso emocional y aprenderán porque aman aprender.
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