Uno de los más grandes inconvenientes del ser humano es la falta de perseverancia. Ser perseverante no es fácil, pero tampoco imposible. La terquedad y la perseverancia son totalmente diferentes.
La terquedad es inflexible e irracional y, por tanto, frena el desarrollo social e intelectual ya que impide aprender de los demás, debido a que el terco es alguien que se aferra a sus propias opiniones sin dar cabida a las de otros. El terco, por lo general, es prepotente y cree saberlo todo, ya que jamás admite sus errores ni otras razones. Nunca se puede confundir la terquedad con la perseverancia, la primera es un defecto, la segunda, una virtud. El terco es de carácter negativo, en tanto que el perseverante es un individuo positivo.
La perseverancia es una disciplina que implica saber llevar hasta el fin una decisión previamente meditada y alcanzar la meta, superando los obstáculos que se atraviesen en el camino. La perseverancia como virtud y valor humano, significa mantenerse firme y constante en la prosecución de objetivos, opiniones o actitudes autopropuestas y empezadas, para poder llegar al final y obtener los resultados previstos, que siempre llenan de satisfacción por alcanzarlos.
La perseverancia está soportada y acompañada de las virtudes de: Voluntad, disciplina, orden, constancia, persistencia, resistencia, insistencia, entereza, tenacidad, empeño, tesón, obstinación, asiduidad, persistencia, inteligencia práctica, entre otros. Incluso en los momentos más difíciles, para así poder esperar a las oportunidades.
Es favorable revisar nuestros niveles de compromiso y esfuerzos realizados para alcanzar nuestras metas, aunque también al final de todo proceso es importante reflexionar acerca de nuestra actitud, esfuerzo continuo y constante, compromisos aportados para lograr la culminación exitosa de cada propósito.
Para cada persona, institución o país los propósitos, metas y objetivos pueden ser diversos: terminar el año escolar con mejores calificaciones, terminar la carrera universitaria en este año, comprar casas, carros, ser mejor persona conmigo mismo y con los demás, mejorar las relaciones entre los distintos actores de las instituciones, tener este año mejores dividendos o ingresos, mejorar la economía del país o la educación pública.
Para fortalecer nuestra capacidad de perseverancia es importe:
1. Ejercitar nuestra fuerza de voluntad.
2. Fomentar la disciplina para poder persistir en los deseos.
3. Fortalecer el carácter para poder mantenernos firmes frente a los obstáculos.
4. Claridad en las metas que se deseas alcanzar.
En síntesis, todas las virtudes requieren de la ayuda e integridad de la perseverancia, sin la cual ninguna podría ser perfecta, ni siquiera mantenerse mucho tiempo en la práctica. Pero, asimismo la perseverancia, tiene que estar acompañada de otras virtudes y valores humanos, como la firmeza y la constancia en el camino ya emprendido, para poder triunfar en los propósitos, metas, objetivos, trabajos y resoluciones de ánimo, que nos hayamos propuesto, pues es una virtud que ayuda a persistir en el ejercicio del bien, a pesar de la molestia u obstáculo que su prolongación ocasione.
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