La evaluación es un elemento curricular que ha experimentado una importante transformación en la Educación, como consecuencia de diferentes procesos de reforma educativa. La investigación educativa ha sido muy fructífera en este campo dando lugar a un cambio de enfoque: evaluación para el aprendizaje, orientada a la valoración de las competencias y con un papel activo del estudiante. En un contexto tecnológico, la e-rúbrica se ha establecido como un instrumento útil para la realización de un proceso de evaluación adecuado a las actuales necesidades y demandas educativas.
De acuerdo con el autor Gibbs, describe diferentes factores que están influyendo en el cambio sobre la evaluación en la Educación:
- La disminución de recursos económicos.
- El aumento de la presencia del estudiante en las aulas.
- El número de créditos por asignatura.
- Un aumento del plagio académico.
- El aumento en el uso de entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje.
- Mayor necesidad de orientación.
- La evaluación debe juzgar el grado en que se desarrollan las competencias transversales, generales y específicas.
- La innovación educativa es difícil de desarrollar y, cuando afecta a la evaluación, se amplían las barreras al cambio.
Las rúbricas son guías de puntuación usadas en la evaluación del desempeño de los estudiantes que describen las características específicas de un producto, proyecto o tarea en varios niveles de rendimiento, con el fin de clarificar lo que se espera del trabajo del alumno, de valorar su ejecución y de facilitar la proporción de feedback. Una rúbrica tiene tres características fundamentales: unos criterios de evaluación, una escala de valoración y una estrategia de calificación.
Los criterios de evaluación son el componente más importante de la rúbrica y tienen como finalidad establecer cuáles son los elementos sobre los que se va a basar la evaluación del aprendizaje y, por consiguiente, ofrecer al estudiante los aspectos esenciales de la tarea que serán objeto de valoración por parte del profesorado. Estos criterios pueden tener el mismo peso o un peso diferente, dentro de la rúbrica, según la relevancia que, según el docente, tiene cada uno de ellos para la evaluación del aprendizaje.
Una rúbrica no debe ser muy extensa porque su uso se hace muy difícil de aplicar en la práctica docente. Se recomiendan de tres a cinco criterios de evaluación por rúbrica. Por otra parte, no ha de confundirse la competencia con la tarea que se utiliza para evaluarla. La rúbrica debe admitir múltiples formas de comprobación de la consecución de la competencia y no restringirse a una actividad determinada. En cualquier caso, se trata de instrumentos que siempre pueden ser mejorados y adaptados a diferentes contextos de enseñanza-aprendizaje.
En síntesis, cuando las rúbricas son utilizadas por los estudiantes como parte de una evaluación formativa del progreso de sus competencias, las rúbricas no sólo evalúan, también enseñan. Utilizadas en una evaluación centrada en el aprendizaje, las rúbricas tienen el potencial de ayudar a los estudiantes a comprender mejor las metas del aprendizaje y los criterios de valoración sobre el grado en que las competencias han sido adquiridas. De este modo, disponen de elementos de juicio para evaluar su propio desempeño y poder establecer las medidas de mejora que considere oportunas. Las rúbricas igualmente pueden ser diseñadas e implementadas a través de tecnologías digitales, surgiendo el término “e-rúbricas”
Recuerda que puedes descargar nuestra rúbricas de evaluación por competencias: Enlace
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