Al docente se le requiere hoy en día gran cantidad de características y competencias, que pueden desviar la atención sobre la esencia del trabajo mismo. Por nombrar un ejemplo, es habitual encontrar estudiantes, padres de familia o incluso docentes que afirman con seguridad: "el docente debe ser un amigo" o "el docente es un facilitador". Podemos agregar muchas cosas que la sociedad considera que el docente debe ser, y que se acumulan sobre su identidad presionándola y confundiéndola. Sin embargo, en esta acumulación de buenos propósitos, es frecuente perder el sentido mismo de la docencia. Se piensa con insistencia que la esencia del trabajo del docente es enseñar.
A continuación podremos observar esta concepción de modelo educativo en las actividades realizadas por el docente y por el estudiante.
A continuación podremos observar esta concepción de modelo educativo en las actividades realizadas por el docente y por el estudiante.
Como se observa, el papel del estudiante en este modelo es totalmente reactivo; es decir, el estudiante reacciona a las actividades realizadas por el docente. Habitualmente, los cursos tienen un gran énfasis en la adquisición de conocimientos, el docente supone que el reconocimiento a sus estudiantes y a su trabajo está en función de cuánto aprenden. Algunos de estos docentes se hacen exitosos por añadir temas a los programas de los cursos para que sus estudiantes salgan mejor preparados. Desde esta concepción se asume que para ser mejor docente es necesario saber más sobre la materia o sobre didáctica.
Por el contrario, en la actualidad se induce un modelo educativo que se centre, no en el docente, como en el modelo tradicional; tampoco en el estudiante como se llegó a proponer en algunas escuelas de tipo activo. Hoy se busca centrar el modelo educativo en el aprendizaje mismo. El cual deberá ser perseguido y propiciado por el docente, implicando en ello todo su profesionalismo. Las actividades del docente y del estudiante en este modelo son diferentes.
El rol del estudiante en este modelo no es sólo activo, se podría que es proactivo. Desde esta perspectiva, se puede entender una afirmación tajante y aparentemente paradójica. El trabajo del docente no es enseñar, el trabajo del docente es propiciar que sus estudiantes aprendan.
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