La personalidad de la persona es factor importante para determinar un estilo docente. Cuando cada docente desarrolla su programa y establece relaciones con los estudiantes, ocurre una integración consciente e inconsciente de todo cuanto conoce y sabe, desarrollándose así un estilo personal de enseñanza.
La sensatez que el docente tenga de sí, de los estudiantes y de sus familias, influirá mucho en el estilo que éste determine para su práctica profesional. En este proceso de búsqueda se puede tomar como referencia el modelo de los docentes de formación profesional, pero el objetivo no es que lo repita, sino más bien que sea creativo en establecer su propio estilo teniendo en cuenta su personalidad y experiencia.
La sensatez que el docente tenga de sí, de los estudiantes y de sus familias, influirá mucho en el estilo que éste determine para su práctica profesional. En este proceso de búsqueda se puede tomar como referencia el modelo de los docentes de formación profesional, pero el objetivo no es que lo repita, sino más bien que sea creativo en establecer su propio estilo teniendo en cuenta su personalidad y experiencia.
Un buen docente tiene confianza en sí mismo y asume su responsabilidad con el mayor compromiso, lo que hace que su trabajo deje resultados significativos en el desarrollo de los estudiantes. Igualmente, un buen docente debe:
- Sentirse aceptado y estimado por los estudiantes, por sus padres y sus colegas.
- Regocijarse de la vida y fomentar el sentido del humor en los demás.
- Tener confianza en las personas y creer tanto en los estudiantes como en sus padres.
- Ser eficiente en el ajuste de la enseñanza al nivel del estudiante.
Lo antes mencionado permite observar que el docente debe buscar alternativas que lleven a la obtención de exitosos resultados en la relación educativa, social y afectiva que quiere construir con el estudiante. Esta construcción puede ser de manera muy rápida o muy lenta, y es allí donde con paciencia y creatividad el docente usará su estilo personal de enseñanza que responda a las necesidades generales del grupo y de cada estudiante en particular. Además, el docente tiene que crear un ambiente de aprendizaje que suministre el descubrimiento por parte de los estudiantes, y en últimas que este descubrimiento lo puedan expresar en sus propias palabras, es decir, llevar al estudiante a tomar la iniciativa en su propio aprendizaje. Las actitudes se transmiten al estudiante. La forma como el docente le habla, lo que le dice y la forma en que se comporta afecta al estudiante.
Seguidamente, se presenta una lista que debe tener en cuenta el docente en el desarrollo de su actividad pedagógica y en su relación con el estudiante:
Lo que el docente no debe hacer:
- No relacionarse insensiblemente a los estudiantes.
- No ordenar al estudiante que se mueva de un lugar a otro, y luego esperar que desarrolle un sentido de competencia al resolver problemas y enfrentarse a retos.
- No criticar excesivamente a los estudiantes y luego esperar que tengan una imagen sólida de sí mismos.
- No deben sujetar el programa, para que así se pueda generar un ambiente de confianza, seguridad y respeto mutuo.
- No deben ejecutar continuamente la autoridad y hacer que los estudiantes se sientan impotentes.
- No deben impulsar la competencia que opone de un estudiante a otro, y que limita el aprendizaje y desarrollo.
- No deben presionar al estudiante y expresar continuamente decepción.
- No deben humillar a los estudiantes con comentarios sarcásticos o negativos.
- No deben hablar de los estudiantes enfrente de ellos, o reírse de sus esfuerzos.
Lo que el docente debe hacer:
- Si les complace lo que hacen, los estudiantes sentirán esto y será muy probable que disfruten lo que ellos hacen.
- Si el docente es muy sensible, es muy factible que los estudiantes lo sean.
- Dar a los estudiantes un sentimiento de seguridad y pertenencia.
- Hacer que los estudiantes sientan que su trabajo es respetado.
- Planear actividades que promuevan la independencia y el éxito.
- Demostrar que comprenden el desarrollo del estudiante, proporcionando actividades y materiales apropiados.
- Tratar a cada estudiante como una persona única.
- Ayudar a los estudiantes a manejar los conflictos.
- Aceptar los sentimientos de los estudiantes.
- Guiar el aprendizaje de los estudiantes.
- Actuar como modelos de su papel, es decir, la docente debe ser coherente entre lo que dice y hace dentro y fuera del ámbito escolar.
- Mostrar respeto a los demás adultos que son importantes para el estudiante.
En todo el proceso de la relación entre docente-estudiante, se establecen condiciones mínimas para su comunicación y guía; esta última pueda darse en dos formas:
- La forma indirecta, en donde el docente a través de su plan de trabajo y escogencia de equipos o recursos influye en el proceso de aprendizaje en el niño. El docente realiza una guía indirecta cuando altera el ambiente físico, influyendo así en el comportamiento físico.
- La forma directa, de guía por parte del docente, la cual incluye todos los medios verbales, físicos y afectivos que puede emplear para influir en el comportamiento del niño. Supone hablar, enseñar, demostrar, ayudar, guiar, amar, aprobar, impedir, etc.
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