El balance de los últimos anos muestra que la educación sigue siendo una asignatura pendiente en muchos países. La escasa consideración que tanto la sociedad como la Administración tienen hacia sus profesionales, la falta de inversión educativa, las decisiones administrativas unilaterales ignorando la opinión de los profesionales de la enseñanza junto con otras medidas adversas han vuelto a marcar este curso académico. Como consecuencia de la sucesiva reducción de recursos, la educación se ha visto perjudicada un año más de forma general pero muy particularmente en la atención al alumnado con necesidades educativas especiales.
Muchos docentes se cuestionan ¿Qué se esconde detrás de su profesión? Muchas veces, a través de las profesiones, sin darnos cuenta, estamos reparando un programa heredado de nuestros ancestros. ¡Si, heredados! ejemplos como: ¿En cuántas familias se da la rutina de las profesiones? Píense por un segundo, el abuelo, el padre, el hijo, con el mismo oficio. Efectivamente, no hay ningún problema en tener la misma profesión que tus padres o abuelos, siempre que disfrutes y te ganes la vida con ello. Pero, cuando se vive ese compromiso como un esfuerzo y no le permite ganarse la vida, se debe buscar qué conflicto representa para poder cortar con el programa que está condicionando su vida. Por ello, es que muchas veces escuchamos decir, no gano lo suficiente, no disfruto la docencia, mis hijos no estudian, me estresa el aula de clases, entre otros.
Hay muchas personas que nace con una vocación (latín vocare, "ser llamado"). Pero, ¿Quién llama? ¿Cuál es el sentido de este llamado? Ese llamado esconde el deseo de los ancestros, para cambiar la información vivida. Llamar a la persona elegida para que repare los conflictos no resueltos hasta el momento “Memorias del Clan”. Por eso, cuando se analiza el transgeneracional de una persona, se tiene en cuenta las profesiones en su árbol genealógico.
Pero, ahora que es ser docente, maestro, profesor, significa invertir los años en uno de los trabajos más nobles que existen, una labor muy sacrificada cuando se tiene el compromiso con la sociedad de moldear la conducta y el aprendizaje de quienes serán los profesionales del futuro, la materia prima del docente, maestro, profesor es el ser humano, he ahí la complejidad de su misión, pues una obra mal construida por un albañil sí puede modificarse o reconstruirse, pero lo bueno o malo que el educador siembre en el corazón de sus estudiantes le marcará para toda la vida.
Desde el punto de vista de la Biodescodificación, un docente, maestro, profesor, educador es quien repara la educación de los niños. Es decir, los niños del clan familiar o del árbol genealógico que no pudieron ir a la escuela. Si se detiene un momento a pensar, quienes no pudieron estudiar en su árbol genealógico, le aseguro que encontrará su respuesta a las interrogantes. ¿Por qué no gano lo suficiente? ¿Por qué no disfruto al dar clases? ¿Por qué si soy docente, mi hijo no le gusta estudiar? entre otras.
Además, muchas personas se dedican a una actividad concreta, porque sus padres decidieron o fue un deseo que no pudo llevar a cabo un miembro de la familia. Cuando una profesión es vocacional también tiene ese vínculo de reparación, pero desde el punto vista positivo, sobre todo, si aquello que hacemos se nos da bien y nos genera suficientes ingresos. Y, ahora, conociendo la raíz de su llamado, el camino se hará más fácil y placentero.
En síntesis, el maestro hoy en día es un facilitador que combina sus años de experiencia con diversas estrategias para lograr que sus estudiantes puedan alcanzar las competencias necesarias que se requieren para aprobar cada nivel educativo, para convertirse en maestro no se necesita solamente dedicar tiempo a prepararse en una escuela normal, lo más importante es tener amor, vocación y paciencia para trabajar en beneficio de un mejor futuro.